jueves, 5 de abril de 2012

¿Qué recursos tenemos? ¡Aprovechémoslos!

Y ahora yo me recrimino a mí misma: ¿pero cómo no se me ocurrió antes?
-Veamos, ¿qué es lo primero que aprendiste en Cardiff?
-Que sabía bastante menos inglés de lo que pensaba...
- No, eso no, lo siguiente.
-Que debía olvidarme de que una vez existió para mí el verano.
-¡Que no!
-¿Que ahí la cerveza se sirve templada y en unos vasos enormes?
-Nooo. A ver chalada, lo primero que aprendiste de provecho fue el funcionamiento de un hostel pero, lo más importante, descubriste, una vez fuera de tu burbuja, que había muchísima gente que decidía coger sus maletas y mochilas y se echaban al mundo con los simples objetivos de ver y conocer.

Sigamos atando cabos pues y así no me desdoblo del todo, que es lo que me faltaba ya. Mi madre, con gran esfuerzo a lo largo de su vida y con la ayuda inestimable de mi abuela, compró un piso en mi pueblo. Allí viví con mi familia hasta que cumplí los diez años para, más tarde, trasladarnos a otro algo más grande y no muy lejos de este primero. Pues bien, de pronto lo vi: tras infinidad de estudiantes y no estudiantes que arrendaron el piso y, al menos, un indeseable que bien lo perseguiría yo caminito del monte a pedrada limpia por lo que él ya sabe, el piso parecía ya exausto de aguantar tanto trote. Mucho tiempo ha estado cerrado y vacío, acumulando polvo y olores desagradables porque el alquiler se terminó haciendo muy difícil. Y es que nos veolvimos selectivos después de tanto canalla maltratándolo sin abonar lo acordado. A lo que voy, que después de mucho darle vueltas a cuál podría ser la solución a mi cuadro particular y rememorando los recursos de los que podría disponer, lo vi claro:
cuatro habitaciones, dos baños, un salón grande con salita anexa, cocina y, lo mejor de todo, en pleno centro. Aunque bueno, no se tarda demasiado en cruzar un pueblo pero siendo positiva, la zona es excepcional. ¿Lo véis ya conmigo, si es que andáis por ahí? ¡¡Claro!! ¡Voy a crear un hostel en el piso! A ver, a ver, no será exactamente un hostel será algo todavía mejor porque no se abandonará a los huéspedes a su suerte, ni al edificio a la voluntad de un grupo de energúmenos con sed de cerveza y tías.
A ver si lo véis como lo veo yo:
Mi intención es crear una experiencia auténtica para los viajeros. Todo empezaría por aquilar las habitaciones al día. Son cuantro dormitorios en los que se dormirá por un precio muy adsequible que dependerá del tamaño del mismo y de los servicios extra que incluya la estancia. Antes de seguir, quiero puntualizar que el precio no superaría los 30€ por noche en ningún caso porque se trata de estimular el tránsito de visitantes, no de ahuyentarlos.
Sería dieferente si se alquila para un grupo completo o toda una semana, o ambas cosas, en cuyo caso se nogociaría para llegar a un precio conveniente para todos. Quiero que este proyecto llegue a ser una preciosa casita de huéspedes con desayunos tradicionales, visitas guiadas, catas de vino guiadas, acceso a internet, información turística y muuuuuuuchas más cosas. Por supuesto, yo personalmente estaré al frente y me haré cargo de todo, de poner en contacto a los viajeros con los profesionales del turismo en el pueblo, de hacerles sentir como en casa, de que conozcan en condiciones los rincones del lugar, los bares, las cafeterías, las excursiones y todo lo demás. Seré recepcionista, limpiadora, promotora turística, acompañante, traductora y demás interesantes demandas que vayan surgiendo.

Ahora sí, necesito vuestra ayuda, vuestras ideas y recomendaciones. Pero antes que nada, necesito un nombre para mi vástago ¿Alguna proposición?
¡¡¡Venga, valientes!!!




2 comentarios:

  1. Empezamos por los normalitos:
    "La Posada de Ángela"?
    "Hospedajes Angela"?
    "El Hostal de Angela"?

    Y seguimos por los más "rebuscados":
    "Como en casa"
    "Viajeros del mundo"
    "Parada y fonda"

    ResponderEliminar