domingo, 10 de junio de 2012

Las cosas ¿pasan por algo?

Es cierto, aunque no es que crea yo en el destino o en que todo está escrito pero, a veces, es inevitable pensar que las cosas pasan por alguna razón. Que anoche fuera yo a mi habitual labor findesemanera, ya sabéis, la de acribillar a los invitados de las bodas con una luz muy molesta para ganar unas perras que apenas me mantienen a flote, pero que menos da una piedra; que al pesimismo y la incertidumbre les diera por hacerme mella una vez más mientras trabajaba y no dejara de pensar: "¿pero qué clase de trabajo es este? Uno de estudiantes, de chavales que estudian y a la vez hacen esto para luego hartarse de copas los jueves y los viernes. Pues eso, lo que hacía yo hace cinco años. Pero hacer esto ahora, cuando ya toca otra cosa y además, con lo que quema... Pues más quema la hostelería, ¿o es que ya no te acuerdas? ¿Y por qué tiene que ser hostelería si yo me hinché de estudiar como se suponía que tenía que hacer? Muy sencillo, porque has estado intentando encontrar un trabajo más o menos remunerado ^de lo tuyo^ durante casi un año y no lo has conseguido, y te has rendido."
Entonces, en el coche de camino a imprimir las fotos tomadas, en el cénit del sombrío pensamiento en el que yo sola me estaba metiendo hasta el mismísimo cuello, con el añadido del notición del rescate de fondo, y sin dejar de cambiar de emisora en busca de algo escuchable, apareció una voz interesante. Alejé el dedo de la radio cansada ya de no saber cómo complacerme. Cuando miré la cadena y vi que se trataba de la Cope pensé "al carajo, la quito", pero tuve que dejar los prejuicios atrás porque aquel "hoy voy a divorciar a todas las mujeres tristes de mi ciudad" captó mi atención irremediablemente. Aquella canción ávida de "hoy voy a hacer" me guanteó la cara y, lo más importante, espantó los malos pensamientos de mi cabeza y me dijo al oído: "pero vamos a ver, ¿y tu casita de huéspedes qué? ¿Es que no estás trabajando en ella para que sea tu trabajo, para que seas tu propia jefa? No, nadie dijo que romper con los esquemas tradicionales sería fácil, ya me entiendes, esos que dicen que te busques un trabajo estable y seguro. Nadie dijo que iba a ser un caminito de rosas. Bien sabes tú por los ejemplos que te rodean, padres, abuelas, hermana, amigos y primos, que todos lucharon por conseguir lo que tienen".


Y yo, con mi cara de "¿me estás hablando a mí?", abandoné por fin el pozo de chorradas que se me vienen a la cabeza y me quedé pensando en mi hostal, mi dulce hostal.
Ahora, el título de la canción manda huevos.

1 comentario:

  1. Es un dulce sueño, por eso como nombre es muy apropiado, creo. No pierdas la esperanza, mi vida. Te dará alegría poner en funcionamiento algo propio, y sacar el fruto de algo propio.
    Un besote enorme y disfruta este precioso día.

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