martes, 17 de julio de 2012

Navego, ¡luego existo!

Esto es lo que pasa cuando una se queda sin Internet, es casi como si dejara de existir. Es algo que escuché muchas veces en la facultad: si nadie se entera, no ha pasado. Bueno, más o menos. Con esto quiero decir que, aunque no he estado contando nada, porque me quedé una vez más sin conexión algunos días, no significa en absoluto que el trabajo se hubiera paralizado. Nada más lejos de la realidad: estamos casi listos, falta muy poco para terminar. De hecho, no subiré ni una foto más a menos que sean las definitivas, las que muestren el final de este capítulo, que dará pie al nuevo viaje, al de verdad.
Hay algo bueno, una pequeña noticia pero como soy un poco supersticiosa con eso de decir las cosas antes de tiempo, me lo voy a reservar hasta que sea seguro y definitivo.
Señores, ¡vamos que nos vamos, pedazo de lunes!

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